lunes, 17 de agosto de 2015

La imagen personal en el mundo de los negocios

¿Qué significa nuestra imagen en el mundo de los negocios?


Como es cotidiano escuchar, la imagen personal es un factor importante a la hora de entrar en el mundo de los negocios. Cuando uno se enfoca en conseguir un puesto de trabajo, debe visualizar cuál es la imagen que se solicita de acuerdo con los códigos de vestimenta en ese ambiente laboral. 

Nuestra imagen personal es una comunicación no verbal de nosotros mismos. Esto significa, que no podemos dejarla pasar por alto, debemos lograr que los demás tengan una buena primera impresión de nosotros. Es frecuente escuchar que criticar a las personas por su apariencia no es lo correcto, que hay que darles la posibilidad de hacerse conocer, pero, aunque suene contradictorio, la primera impresión que tenemos sobre una persona entra por nuestros ojos, y el trato y respeto que le demos en ese momento va a estar ligado con esa primera impresión.

La informalidad, los jeans, los trajes sin corbata predominan actualmente nuestro modo de vestirnos. Es notable que la tendencia formal de vestimenta solo perdura presente en pocos ambientes laborales. Sin embargo, eso no justifica que podamos ir a la oficina, a trabajar, o a una reunión en ojotas. Hay ciertos códigos que se deben respetar y tener en cuenta a la hora de vestirnos. Y cuando decimos esto, no quiere decir que hay que vestirse de etiqueta para una reunión, sino, simplemente conocer cuál es el evento, su formalidad y vestirnos de acuerdo a esto. 


Cuando uno tiene una buena imagen, responde al código de vestimenta apropiado, está prolijo y conforme consigo mismo demuestra seguridad y auto confianza. Dos cosas fundamentales en el mundo de los negocios. Ya sea en una reunión, en una entrevista o en día diario y cotidiano de una empresa, aquellos que van bien vestidos, seguros con su propia imagen demuestran que sus clientes, sus jefes y sus colegas pueden confiar en ellos. Dos ejemplos muy claros: si vamos a una oficina de abogados, uno vestido de jean y el otro de traje, claramente vamos a querer que nos represente el que tiene puesto un traje. Quizás el otro, sea un excelente abogado, pero la imagen demuestra poder, autoridad, respeto, confianza y seguridad. Otro ejemplo, una ejecutiva vestida como si fuese a una discoteca por la noche, con escote, la falta excesivamente corta, excesivo maquillaje y accesorios. Esta mujer, quizás  sea una excelente profesional, pero dará a pensar que su puesto no se lo ganó por sus capacidades, sino por esa forma provocativa y llamativa de vestirse. En ambos ejemplos, juzgamos y elegimos por la primera impresión que esa persona nos da. La primera impresión nos entra por los ojos, con lo que vemos, con lo que la persona nos dice con su forma de vestirse. Esto nos sucede cotidianamente, y estoy segura que todos van a coincidir con mis ejemplos. Suena prejuicioso, pero en este mundo la imagen es fundamental.


Para concluir, debemos decir, que cuando hablamos de vestirnos bien, no nos referimos a ponernos cosas lujosas, tapados de pieles llamativos, ni tacos de 15cm. En este mundo, menos es mas. Simplemente, hay que saber a dónde vamos, qué vamos a hacer y qué imagen queremos dar. Una vez que definamos esto, lo primordial es sentirnos cómodos y conformes con nosotros mismos, con seguridad y auto confianza, y esto es lo primero que vamos a reflejar en los demás ganando poder , autoridad y respeto en este mundo de los negocios. 

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